Josué Navarro Porras
El pasado viernes 12 de noviembre Malpaís se presento en el polideportivo municipal. La espera de los jóvenes tuvo su recompensa, el exitoso grupo representante de la nueva canción costarricense, hizo de una noche de aplausos, gritos y cantos pero sobre todo el talento de este grupo hizo gritar al público… Otra otra. Y dos veces volvieron al escenario a complacer a su público.
Mal país inicio con canciones de la más reciente producción, además de un recorrido de los más viejito, pero eso no impidió que muchas cantaran y gritaran y en más de uno aparecieron las lágrimas. Jaime mostraba y decía “Tarrazú los queremos” a lo cual el grito y el aplauso de los presentes hacia vibrar el gimnasio.
Para el comité de la persona joven de Tarrazú la actividad fue un éxito y esperan seguir trabajando con estas actividades que para la juventud del cantón y la zona en general son de suma importancia, acercar grupos que para un joven de la zona es de difícil acceso en muchos casos en el gran área metropolitana.
Además aprovecharon para invitar a sus seguidores al lanzamiento de su próximo disco HAY NIÑOS AQUÍ el próximo 2 de diciembre en la Antigua Aduana, donde prometen una noche única con la mejor música que los caracteriza.
Un disco que recurre a trabalenguas, rimas raras e intenciones de juego tanto en las letras como en la combinación de ritmos folclóricos y urbanos, en las que mezclan la mazurca, el son, el calypso y géneros poco explorados por el grupo como el rap.
Son doce canciones inspiradas en historias reales que asumen un mayor compromiso social y trazan un panorama crudo y a la vez esperanzador, con frases que calan con una combinación de ironía y sensibilidad: "me lance de la cuna sin imaginar esta clase de hambruna"; “nada de filet, nada de poesía, solo la esperanza de la lotería". El título del disco reivindica al niño que todos llevamos dentro, la necesidad de liberar ese espíritu juguetón y las vivencias de la infancia.
Son doce canciones inspiradas en historias reales que asumen un mayor compromiso social y trazan un panorama crudo y a la vez esperanzador, con frases que calan con una combinación de ironía y sensibilidad: "me lance de la cuna sin imaginar esta clase de hambruna"; “nada de filet, nada de poesía, solo la esperanza de la lotería". El título del disco reivindica al niño que todos llevamos dentro, la necesidad de liberar ese espíritu juguetón y las vivencias de la infancia.



